El uso de las criptomonedas en los microcréditos
El mercado microfinanciero busca constantemente nuevos instrumentos para ampliar las oportunidades tanto para los clientes como para las propias organizaciones. Uno de los temas más debatidos en los últimos años ha sido el uso de las criptomonedas en los microcréditos. Hasta hace poco, los activos digitales se percibían exclusivamente como un instrumento especulativo o un medio para almacenar fondos al margen del sistema bancario tradicional. Pero hoy en día están empezando a encontrar aplicaciones en ámbitos prácticos, como la concesión de préstamos.
En este artículo analizaremos la situación actual, las perspectivas, las ventajas y los inconvenientes de las criptomonedas en los microcréditos.
Situación actual: periodo de experimentación y soluciones nicho
Por el momento, el uso de las criptomonedas en los microcréditos no se ha generalizado. Se trata de una etapa de experimentación activa, proyectos piloto y trabajo con un público claramente limitado. Básicamente, con aquellos que ya están familiarizados con la industria de las criptomonedas. Se pueden distinguir tres modelos principales.
Préstamos garantizados con criptoactivos (Crypto-backed loans)
Este es el modelo más popular y consolidado. El usuario bloquea su criptomoneda en un contrato inteligente como garantía y, a cambio, recibe una moneda estable o dinero fiduciario en su cuenta.
La ventaja es evidente: el propietario de los activos digitales obtiene liquidez sin venderlos. Al mismo tiempo, el prestamista está protegido de forma fiable contra el impago por la garantía. Los tipos de interés aquí suelen ser más bajos que en las instituciones financieras tradicionales.
Créditos descentralizados (protocolos DeFi)
Se trata de un enfoque completamente nuevo, en el que no existe la IMF habitual como organización. Los prestamistas y los prestatarios interactúan directamente a través de protocolos algorítmicos como Aave, Compound o MakerDAO.
Los usuarios proporcionan su criptomoneda y reciben intereses a cambio. Y los prestatarios toman fondos con la garantía de otros activos. Todo se gestiona mediante código, no mediante personas. Esto proporciona una velocidad y una accesibilidad increíbles las 24 horas del día, los 7 días de la semana, pero también transfiere toda la responsabilidad de la seguridad al usuario.
Créditos en formato P2P
Existen plataformas que actúan como intermediarias, conectando a prestamistas privados que desean conceder préstamos en criptomonedas con prestatarios. La plataforma verifica al prestatario, proporciona asistencia jurídica para la transacción, pero no es parte del contrato.
Ventajas y oportunidades indiscutibles de los préstamos criptográficos
La introducción de las tecnologías criptográficas resuelve los problemas fundamentales de los microcréditos tradicionales:
Accesibilidad global. Cualquier persona con acceso a Internet puede obtener un préstamo criptográfico, independientemente de su ubicación, nacionalidad o historial crediticio. Se trata de un verdadero avance para los habitantes de países y regiones con una infraestructura bancaria poco desarrollada.
Rapidez y acceso las 24 horas del día. Las transacciones se realizan las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Las transferencias de criptomonedas tardan unos minutos, a diferencia de las transferencias bancarias, que pueden tardar días, especialmente si son transfronterizas.
Transparencia y seguridad. La cadena de bloques garantiza un registro inmutable de todas las transacciones. Las condiciones del contrato inteligente no pueden modificarse de forma unilateral, lo que excluye el fraude y la manipulación.
Reducción de costes. La ausencia de intermediarios en forma de bancos y la necesidad de mantener una gran plantilla de empleados permite reducir considerablemente los gastos operativos. Esto puede hacer que el tipo de interés sea más bajo para los prestatarios.
Aunque las transacciones son transparentes, la identidad de los participantes suele ser anónima. Para muchos prestatarios, este es un factor importante.
Riesgos y retos importantes
A pesar de las ventajas, el uso de criptomonedas en los microcréditos conlleva una serie de riesgos importantes:
Volatilidad. El precio del Bitcoin o del Ethereum puede caer un 20 % en un día. Para los préstamos con garantía, esto es una catástrofe. Si el valor de la garantía cae por debajo de un nivel determinado, el contrato inteligente la liquida automáticamente para cubrir las pérdidas del prestamista. El prestatario pierde sus activos.
Incertidumbre jurídica. En la mayoría de los países, la base regulatoria para los préstamos criptográficos es inexistente o se encuentra en una fase inicial. No hay normas claras para la protección de los derechos de los consumidores, procedimientos para impugnar transacciones o regular los tipos de interés. Es un campo jurídico del salvaje oeste.
Riesgos técnicos. Olvidar la contraseña de la cartera, enviar fondos a una dirección incorrecta, ser víctima de un ataque de piratas informáticos al protocolo o a un contrato inteligente con vulnerabilidades: todos estos errores son irreversibles y conducen a la pérdida irrecuperable de fondos. No habrá nadie a quien reclamarlos.
Por supuesto, el anonimato atrae no solo a usuarios honestos, sino también a delincuentes, lo que crea riesgos para la reputación de toda la industria.
El futuro: integración e implantación masiva
Los expertos pronostican que en los próximos 5 años los microcréditos criptográficos serán más maduros y seguros. Se espera:
La aparición de cripto-MFO reguladas que operarán dentro del marco legal y cooperarán con los bancos nacionales.
Modelos híbridos: préstamos en criptomonedas, pero con el respaldo de datos tradicionales (ingresos, historial crediticio).
El uso de NFT como garantía, por ejemplo, arte digital o bienes raíces virtuales.
Integración con plataformas móviles, como en África, donde M-Pesa ya opera con criptomonedas.
Puntuaciones crediticias basadas en blockchain: cuando la reputación del prestatario se almacena en una red descentralizada y está disponible en cualquier plataforma.
Para 2030, los microcréditos criptográficos podrían convertirse en la norma en países con alta inflación y un sistema bancario débil.
¿Es esto bueno o malo?
La respuesta depende del contexto. Para quienes viven al margen del sistema bancario, los préstamos criptográficos son una oportunidad. Para quienes no entienden de activos digitales, son un riesgo. Todo depende de la transparencia de las condiciones, el nivel de protección y la educación financiera.
Ventajas:
ampliación del acceso a las finanzas;
disminución de la dependencia de los bancos;
posibilidad de obtener créditos internacionales.
Desventajas:
falta de garantías;
Complejidad de la regulación.
elevada carga técnica para el usuario.
Si consideramos la industria en su conjunto, esto es sin duda positivo, ya que supone un potente impulso para el desarrollo. Los criptocréditos obligan a las instituciones financieras tradicionales a ser más eficientes, más baratas y más orientadas al cliente. Amplían la inclusión financiera a escala global.