El microcrédito en el México rural: retos y oportunidades
El microcrédito desempeña un papel importante en el desarrollo rural de México al proporcionar servicios financieros a las personas tradicionalmente excluidas del sistema bancario formal. Sin embargo, a pesar del gran potencial de este instrumento, muchas personas de las zonas rurales se enfrentan a una serie de retos. En este artículo, exploraremos estos retos en detalle.
El papel del microcrédito en el desarrollo de las regiones rurales
Las zonas rurales de México se caracterizan por un bajo acceso a los servicios bancarios. Según la Comisión Nacional para la Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), alrededor del 60% de la población rural no tiene cuentas bancarias. El microcrédito se está convirtiendo en una alternativa que permite a la población local:
Crear y ampliar pequeñas empresas (por ejemplo, de producción artesanal).
Comprar maquinaria agrícola y semillas.
Crear fuentes de ingresos adicionales (comercio, servicios).
Un ejemplo del éxito de la introducción del microcrédito es el programa Compartamos Banco, especializado en pequeños préstamos a mujeres empresarias de comunidades rurales.
Problemas del microcrédito en las zonas rurales
Los microcréditos proporcionan a las personas que se dedican a la agricultura dinero real para mantener sus negocios. Sin embargo, todavía hay muchos problemas a los que se enfrentan los prestatarios. Vamos a familiarizarnos con ellos con más detalle.
Acceso limitado a los servicios financieros
En muchas regiones remotas no hay sucursales ni oficinas de representación de los bancos tradicionales. Estas instituciones financieras no ven el sentido de tales costes. Las razones de esta situación son las siguientes:
baja densidad de población y gran lejanía de los asentamientos, lo que hace que los servicios sean ilíquidos;
Falta de infraestructuras para el funcionamiento de las instituciones financieras, concretamente falta de Internet, conexión de transporte y otras comunicaciones;
El resultado son unos elevados costes de explotación injustificados para los bancos.
Por ello, los agricultores y pequeños empresarios se ven obligados a recurrir a las IMF e incluso a fuentes de financiación informales. Muchos grupos financieros ofrecen préstamos en condiciones muy desfavorables.
Tipos de interés elevados
Los microcréditos suelen ir acompañados de tipos de interés más elevados, ya que las organizaciones de microfinanciación asumen riesgos considerables al prestar a prestatarios sin historial crediticio. A menudo, los ingresos en estas regiones son inestables y no existen garantías o éstas son insuficientes. En resumen, las principales razones de los elevados tipos de interés son:
la falta de garantías de los prestatarios;
los elevados costes administrativos de la gestión de pequeños préstamos;
La necesidad de compensar los altos índices de morosidad.
En otras palabras, las IMF aseguran su capital contra pérdidas compensando los préstamos impagados a costa de quienes los devuelven de forma responsable. Los elevados tipos de interés hacen que los préstamos sean menos accesibles para el público destinatario, lo que a su vez frena el desarrollo económico de las zonas rurales.
Falta de cultura financiera
Muchas personas de las zonas rurales, especialmente la generación de más edad, no saben gestionar adecuadamente sus finanzas. Por eso, cuando obtienen un préstamo, gastan el dinero de forma poco razonable. Como resultado, aumenta el riesgo de endeudamiento y de caer en deudas. Qué problemas afrontan los prestatarios:
desconocimiento de las condiciones de crédito;
Falta de capacidad de gestión presupuestaria;
falta de evaluación del valor real del préstamo.
De ello se aprovechan las microfinancieras sin escrúpulos, que atraen a los clientes con una bonita publicidad, omitiendo las condiciones reales de reembolso. El estudio desatento del contrato, la redacción poco clara y las interpretaciones ambiguas engañan a los prestatarios.
Hoy en día en México existen diferentes programas y cursos dirigidos específicamente a la población rural para mejorar la educación financiera. Sin embargo, aún no son suficientes para resolver el problema a nivel global.
Oportunidades para el desarrollo del microcrédito en las zonas rurales de México
Cabe señalar que, a pesar de todos los retos existentes, el microcrédito en las zonas rurales tiene un gran potencial. Se debe en gran medida al desarrollo de la tecnología, al acceso a Internet, a la aparición de programas gubernamentales y a las actividades de los fondos internacionales.
Desarrollo de tecnologías financieras digitales
Hoy en día, casi todo el mundo tiene acceso a modernos teléfonos inteligentes que permiten acceder a la tecnología móvil. No se trata sólo de Internet, sino también de las aplicaciones financieras desarrolladas por las IMF. Así, los servicios en línea han pasado a estar disponibles, incluida la solicitud de un préstamo. Lo principal es obtener una tarjeta bancaria o disponer de un monedero electrónico donde se transferirá el dinero. ¿Cuáles son las perspectivas de los servicios digitales?
Facilitar el acceso de los empresarios rurales a la financiación;
reducir los costes administrativos de los acreedores;
la capacidad de obtener y reembolsar préstamos con rapidez y facilidad.
Por ejemplo, plataformas móviles como Konfío y Kueski ya se están adoptando activamente en América Latina.
Modelos cooperativos de préstamo
Las cooperativas de crédito locales (por ejemplo, las Cajas Populares) funcionan sobre la base de la ayuda mutua, reduciendo la dependencia de las IMF comerciales. Pueden ser otra herramienta eficaz para apoyar a los pequeños empresarios. Ventajas de estos modelos:
Reducir los riesgos para los acreedores mediante la responsabilidad colectiva;
tipos de interés más asequibles;
mejorar la disciplina financiera de los prestatarios.
Pero sigue siendo un área que apenas está cobrando impulso y tarda más en conseguir fondos.
Ayudas estatales y programas internacionales
El gobierno mexicano está introduciendo programas como Crédito a la Palabra, por el que los pequeños empresarios reciben préstamos subvencionados a bajo interés. Las subvenciones ayudan a reducir la carga financiera de los prestatarios. Las subvenciones y los programas educativos contribuyen a mejorar los conocimientos financieros. Y las asociaciones con fondos internacionales proporcionan financiación adicional a las organizaciones de microfinanciación.