Ejercitarse con frecuencia tiene tantos beneficios que es difícil decidir por dónde empezar.
Cuando te ejercitas tu cuerpo comienza a producir endorfinas que generan sensaciones positivas y reducen la percepción del dolor. También realiza cambios en las partes de tu cerebro que regulan el estrés y la ansiedad. Los estudios han demostrado que las personas que están deprimidas se sienten mejor cuando se ejercitan periódicamente. Esto también aplica para la ansiedad. Todos quieren sentirse bien y el entrenamiento constante es una de las formas más económicas y efectivas de mejorar tu estado de ánimo.
Para muchas personas la motivación para el entrenamiento proviene del efecto visual que ofrece. Las dietas por sí solas no son suficientes para perder peso. Pero la dieta y el entrenamiento juntos pueden tener un efecto sorprendente. Nuestra apariencia se relaciona directamente con nuestra autoestima por eso cuando estamos felices con nuestra apariencia, nos sentimos mejor y tenemos un mejor estado de ánimo.
¿Y sabías que ejercitarse no solamente fortalece tus músculos sino también tus huesos? Deportes de alta intensidad como correr aumentan la densidad ósea a largo plazo. Esto hace que los huesos sean menos propensos a fracturas en caso de un trauma y ayuda a evitar la osteoporosis en la vejez. El entrenamiento constante también ayuda a reducir los riesgos de muchas enfermedades crónicas y mejora la salud cardiovascular.
Todo lo anterior es bien conocido. Cuando pensamos en los beneficios menos conocidos uno de esos podría ser que el entrenamiento – cualquier entrenamiento ya sea correr o entrenar con equipamiento – puede mejorar los niveles de energía. La idea lógica sería que el ejercicio en realidad cansa pero hay muchos estudios que demuestran que el ejercicio en realidad reduce la fatiga. Y cuando finalmente vayas a dormir dormirás mejor. Las personas que se ejercitan con regularidad duermen más sanamente y tienen menos problemas de dueño.
Cuando estás limitado a tu propia casa por cualquier razón, quizás pienses – “no puedo ejercitarme, no tengo ningún equipamiento o habitación disponible”.
En realidad también hay muchas formas de mantenerte en forma en casa. Veamos algunas de las opciones:
Si eres dedicado y te ejercitas frecuentemente en casa entonces en algún momento querrás mejorar tu equipamiento. Quizás las pesas y las bandas elásticas que usas ya son demasiado fáciles para ti. No hay nada mejor que consentirte con algo nuevo cuando sabes que has estado siguiendo una rutina de ejercicio constante. Tampoco tiene que ser equipamiento, simplemente puede ser un nuevo conjunto de ropa deportiva.
Con frecuencia hay ofertas para artículos deportivos pero el hecho de que te las hayas perdido no significa que tengas que esperar hasta las próximas. Si estás corto de dinero para comprar las cosas que necesitas, Credy puede ofrecerte una ayuda financiera flexible.
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